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Sí, pero hay que hacerlo bien

Una cesta de Navidad demasiado generosa, restos de embutidos acumulados de las comidas y cenas de las fiestas o, simplemente, el clásico capricho en forma de jamón que se compra o nos regalan durante estas fechas y que luego se eterniza en casa. Lo mejor, claro, ajustar la lista de la compra y las cantidades, para comerlo recién cortado y en su punto justo de curación.

Puede parecer extraño, pero existen una serie de alimentos que no deberíamos guardar en la nevera ya que el frío puede producir alteraciones en su sabor, en sus propiedades e incluso pueden ponerse malos con mayor rapidez. Vamos a descubrir algunos de estos alimentos que es más aconsejable mantener fuera de nuestra nevera:

Limpieza de las partes esmaltadas

Para conservar durante mucho tiempo el brillo de las partes esmaltadas es preciso limpiarlas frecuentemente con agua templada y jabón. No las lave estando todavía calientes y no utilice nunca productos abrasivos. Nunca deje en contacto con el esmalte, durante mucho tiempo, vinagre, café, leche, agua salgada, zumo de limón o de tomate.

Para ahorrar energía, empiece por intentar reducir al máximo el número de veces que abre la puerta, así como el tiempo que ésta permanece abierta. No debe abrir o cerrar la puerta del arcón congelador de forma brusca puesto que la temperatura aumenta muy rápidamente en el interior del aparato, obligando a un mayor consumo de energía para retornar la temperatura interior definida. La apertura brusca de la puerta del arcón y su permanencia abierta durante 10 segundos, significa un aumento de 2 a 4% en el consumo de este equipo.

El frigorífico es un lugar propicio para malos olores cuando se acumulan restos de comida, alimentos estropeados, etc. Existen varias opciones para cuidar de este electrodoméstico esencial y garantizar que los olores desagradables no lo incomoden a usted ni interfieran en los productos que en él se guardan.

Empiece por retirar el enchufe de la toma y remover todos los accesorios sueltos antes de iniciar la limpieza. El mejor momento para limpiar su arcón es después de descongelarlo y antes de conectarlo de nuevo a la corriente. Use un paño húmedo con agua caliente y un agente de limpieza suave, no perfumado. Al terminar la limpieza del arcón, limpie el/los compartimento(s) antes de recolocarlo(s) en su lugar. Lave la superficie externa con agua tibia y jabón. No use productos abrasivos.

El secreto de una buena descongelación es que sea gradual, o sea, la descongelación debe hacerse lo más lentamente posible, de manera natural y siempre dentro del frigorífico, a una temperatura de entre 2 y 10° C. Durante todo el proceso de descongelación, la carne debe mantenerse en el mismo envoltorio en el que se congeló.

La mejor forma de descongelar el pescado es colocarlo en la parte inferior del frigorífico. En caso de que desee una descongelación un poco más rápida, puede hacerla en el horno microondas, retirando el pescado del envoltorio.

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